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Mi experiencia con el Intercambio 2014

Una experiencia maravillosa, en Madrid y Milton

por Maddie Dewire

 

Cada año, un grupo de estudiantes viaja a Madrid en el Intercambio entre Milton Academy y El Colegio Nuestra Señora del Pilar. El Intercambio dura un mes por cada lado; los “bostonianos,” como dicen los estudiantes de Madrid, van a Madrid por un mes en el verano y los madrileños vienen a Milton por un mes en septiembre. Aunque este programa está enfocado en mejorar el nivel de español de los estudiantes, el intercambio termina siendo mucho más que una experiencia educativa. Como yo y los otros miembros del Intercambio descubrimos, el intercambio fue una experiencia que llevaremos con nosotros por el resto de nuestras vidas.

El intercambio es una gran oportunidad para experimentar la cultura y el idioma español. Mientras en España, los estudiantes del Intercambio viven con familias españolas por un mes. A la vez de vivir con una familia española, los estudiantes pueden conocer a gente española, pueden conocer a la ciudad de Madrid, Segovia, Córdoba, y Toledo, y, quizás lo más importante, pueden obtener una ventana a vidas distintas de sus propias.

En septiembre, nuestros correspondientes españoles vienen a Milton donde ellos comparten en nuestra vida cotidiana. Cuando los españoles vinieron a Boston, su entusiasmo por las cosas cotidianas de nosotros me permitió ver mi vida con más aprecio. Por ejemplo, un grupo de chicas del Intercambio llevaron a sus correspondientes a un partido de los Medias Rojas. Cuando entreviste a algunas de las chicas de España, casi todas me dijeron que ir al juego fue la cosa más emocionante del intercambio. Para un residente de Boston, quizá ir a un juego de los Red Sox no es ninguna gran novedad; pero, para los estudiantes españoles, poder ir al partido fue una experiencia nueva que les causó gran novedad. Oír con la emoción con la que las madrileñas describían la experiencia de ir a un partido de los red sox me hizo pensar, y a la vez apreciar más la vida cotidiana que tengo en Boston.

Cuando les pregunté a algunos de los estudiantes de Milton cuál fue su parte favorita del Intercambio, vi que las respuestas no eran tan diferentes a las de los españoles.  Avery Park (II) dijo que cosas simples como “conoc[er]  la gente nueva y [poder] hac[er] amigos que vamos a tener para siempre” fue su parte favorita del intercambio. Otros dijeron que les encanto las excursiones, “específicamente [excursiones al] Escorial y Córdoba y Segovia, donde exploramos y buscamos cosas famosas de las ciudades”. En la mayoría de las excursiones había yincanas, y, claro, habían premios para ellos que las ganaban. Maddie Landau (II) dijo que “era increíble que podíamos estar completamente inmersos en su cultura: siempre estábamos hablando en español, escuchando música en español y viendo películas todo en español. Sin duda, fue la mejor experiencia de mi vida.” Para mí, la mejor parte del Intercambio fue mi familia española. Aunque puede ser intimidante ir a vivir con una familia desconocida por un mes, yo me encontré en familia rápidamente, y descubrí que mi familia española se había convertido en una segunda familia para mí.

Aunque el Intercambio en total fue experiencia increíble, había cosas difíciles para los estudiantes de Milton cuando los españoles vinieron a Boston. Lo más difícil para algunos era el horario rigoroso de Milton. Aunque somos estudiantes y tenemos responsabilidades, teníamos que también asegurarnos que nuestros correspondientes están bien y disfrutando de su estancia en Boston tal como nosotros habíamos disfrutado tanto de Madrid. Aunque ser parte del Intercambio es una responsabilidad a la vez de ser divertido, todos encontramos una manera de hacer que las cosas funcionaran.

 

Los que tenían miedo de salir de casa aprendieron a ser abiertos a nuevas experiencias. Otros aprendieron qué les encanta viajar y experimentar nuevas culturas, y algunos decidieron que les gustaría poder hablar español perfectamente un día. La mayoría de nosotros ya tenemos planes de volver el próximo año a visitar a nuestras familias españolas. El intercambio no sólo nos permitió mejorar nuestro español a un nuevo nivel avanzado, pero lo más importante, nos permitió hacer amistades y recuerdos para toda la vida con gente de una cultura completamente distinta.