Dieciséis chicos y chicas en Milton Academy, incluyendo yo, estábamos muy nerviosos el 26 de mayo de 2011. Teníamos mucho que hacer antes de salir para España. Con tanto trabajo para prepararnos, no habíamos tenido tiempo para pensar en el viaje en el que nos íbamos a embarcar. Con nuestras maletas hechas y nuestros padres tristes, llegamos al aeropuerto. En este momento, las preparaciones terminaron y el viaje se convirtió en una realidad. Cuando hicimos cola para seguridad del aeropuerto, reflexioné so- bre el día en diciembre cuando recibí la carta de aceptación al intercambio, cuando pareció como si el intercambio fuera mil años en el futuro. Pero yo estaba en el aeropuerto con quince de mis amigos, con pasaporte en la mano y gran aventura en mi futuro. Nos sentamos cerca de la terminal y cenamos juntos. Nadie dijo nada pero sabíamos que todos nosotros estábamos nerviosos. Embarcamos en el avión y un mes inolvidable empezó.
¿París? Cansados y desorientado después de seis horas en avión, llegamos a Paris. Tuvimos tiempo para almorzar en un café y, aunque estábamos en el aeropuerto, nosotros actuamos (y comimos) como si estuviéramos en un café en la calle de Paris. Nuestra aventura francesa fue divertida (y sólo dos horas) pero ahora podemos decir que hemos visitado París durante nuestro intercambio. Dado que pasaron bien dos horas en Parín, pensé que nos divertiríamos mucho durante nuestro mes en España.
Los próximos veintiocho días pasaron en un minuto. Solo puedo decir que ir a España fue una experiencia increíble. Al principio, visitamos ciudades como Toledo; habíamos leído sobre estas ciudades y finalmente tuvimos la oportunidad para experimentar la historia. Al fin de los viajes a ciudades como Córdoba, Cuenca y Segovia, tuvimos tiempo libre. Durante este tiempo, fuimos de compras, comimos en restaurantes y caminamos por las calles históricas. Al principio del viaje, cuando tuvimos más dinero para comprar cosas, fuimos de compras muchas veces; pero durante la última semana, no tuvimos dinero y no pudimos hacer nada que requiriera dinero. Cuando no viajábamos por España, íbamos a El Pilar, la escuela española en Madrid. El Pilar es muy diferente de Milton pero nos gustaba estar en una escuela española. Trabajábamos con los niños de El Pilar y les ayudábamos con el inglés. Fue muy fácil ex- plorar Madrid porque El Pilar está cerca del centro de la ciudad. Aprendimos a usar el metro y el sistema de tren europeo, que lo usamos mucho.
El intercambio ha cambiado mi vida. Si estás pensando en aplicar al intercambio, hazlo y no mires atrás. Será la mejor decisión de tu vida.
Marjorie Burke