Por Jocelyn Riordan, ’27
Típicamente, me gusta leer libros de romance, ficción histórica y fantasía. Leer por diversión me provoca emociones de alegría, paz y seguridad. Sin embargo, leer para la escuela es estresante de vez en cuando, pero también es interesante a veces. Mis gustos como lector han evolucionado para incluir muchos cuentos de historia y romance, pero siempre he leído libros de fantasía y misterio. Me gusta leer los libros de ficción histórica porque los libros me empujan a pensar críticamente sobre los problemas y conflictos políticos en el mundo.
Por otro lado, una serie favorita de mi infancia era Nancy Drew por Carolyn Keene porque la leí muchas veces cuando era niña. En mi infancia, mi padre y yo leímos Nancy Drew antes de dormir. Los libros nos unió a mi padre y a mí. Esta práctica nocturna empezó mi pasión de leer. Hay aproximadamente sesenta y cuatro libros en la serie original de Nancy Drew que se llama “Nancy Drew Mystery Stories”, y yo me leí todos. También, leí la serie derivada que tiene veintisiete libros… yo me los leí todos. En tercer grado, me desperté antes de la escuela para leer. Antes de quinto grado, leí cincuenta libros durante el verano. Ahora, todavía me gusta leer libros de misterio como un escape del estrés del mundo, y el interés en libros misterios y otros tipos de libros ha continuado durante mi vida. Todos de las series que me gustaban en la infancia me enseñaron pensamiento crítico- una lección muy importante.
En conclusión, muchos hábitos de lectura provienen de mi familia. Mi padre, especialmente, impactó mi hábito de leer, y en el futuro, yo continuaré leyendo para educarme y divertirme. Ahora, el hábito de leer que empezó en mi infancia me inspira para crear, soñar, y escribir- no solo leer.