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La creación de la música

por Lanie Cherry, ’20

 

Había una vez, una chica se llamaba Necahual vivía en un pueblo cerca de una costa con acantilado grande, y muchos campos. Las casas y las tiendas y cafés eran en el centro de acres de tierra vacía césped. Un día, ella decidió saltar su lección de matemáticas. No le gustaban los números, y ella deseaba estar afuera. Corrió afuera a un campo vacío y grande por su cuenta. Corría cuando se cayó sobre una piedra larga y le dolió su cabeza y sangró mucho. No había nadie con ella y estaba dolorido.

Ella estaba perdiendo conciencia cuando una figura apareció y dejó escapar un sonido magnífico en la forma melódica. La cabeza se curó rápidamente y la Necahual sobrevivió. Nunca había oído de un sonido como este  antes. El sonido era hermoso y encantador. No sólo se curó la cabeza sino también la hizo sentirse muy feliz, cosa que nunca había sido. Necahual sentía increíble, como ella acababa de encontrar a una diosa. Pero no sabía qué tipo de diosa ella era. Necahual quería decírselo su familia y sus amigos sobre su experiencia extraordinaria.  

“¡Mamá! ¡Papá! ¡Acabo de encontrar a una diosa! ¡Ella era hermosa y me salvó con su sonido magnífico cuando yo golpeé mi cabeza en una piedra!” exclamó Necahual.

“¿Por qué no estás en tu lección de matemáticas?” preguntó Mamá

“¿Por qué estás sudorosa y sucia?” preguntó Papá

“¿Viste una diosa? No lo creo,” dijo su hermano Nochehuatl, “Tuvo una alucinación cuando golpeó su cabeza.” Mamá y Papá estaban de acuerdo Nochehuatl, pero Necahual necesitaba probar su historia.

“Lo puedo probar a ustedes. Ven conmigo,” dijo Necahual y llevó a su familia al campo que vio la diosa. Cayó sobre un piedra otra vez, pero adrede.

“¡Ay dios mío! ¡Ayúdale ayúdale! ¡Está sangrando!” gritaron su familia. Ellos le ayudaron a Necahual y la volvieron a casa. La diosa nunca apareció para Necahual.

Luego en la noche, después de su familia la curaron, pensaba sobre cúan decepcionada que estaba que la diosa no apareció, y que su familia no creyeron su experiencia. De repente, la diosa apareció por su cabecera y dijo, “puedo ayudar a los indefensos,” y desapareció antes de Necahual pudo decir nada. Aunque estaba decepcionado que su familia no la creyeron, estaba decidido encontrar repuestas.

El próximo día, visitó la biblioteca en el centro del pueblo. Buscaba un libro que explicara su experiencia. Buscaba por muchas horas y casi se rindió cuando tropezó con un libro muy viejo con páginas sucios. Intrigado, Necahual lo recogió y lo leyó, porque no tenía nada que perder. Las palabras eran apenas legibles. Leyó sobre un chico que cayó de un acantilado, pero una diosa, que él llamó Cuicatl Patli, lo curó con su voz melódica. El chico decía todo sobre la diosa pero la gente lo llamó el tanto, y prestó su supervivencia un milagro.

“¡Lo sabía!” gritó Necahual en la biblioteca. Aunque tenía prueba, lo no fue suficiente para su familia la creer.

Tres años pasaron y Neca no veía la diosa que salvó su vida con un hermosa voz. Ella empezaba creer que imaginó todo y escogió olvidarlo. Tal vez su familia tenía razón, y su experiencia fue una alucinación.  

El próximo año, todo la pueblo agarraba un enfermedad horrible. Nadie tenía esperanza. La gente intentaba ayudar sus vecinos, pero la gente enfermo no puede la gente enfermo. De repente, había una luz brilló todo la ciudad. Todas las familias, aunque la enfermedad, salió sus casas para ver la luz. Una figura apareció de la luz y cantó. El sonido era extremadamente hermoso.

“¡Cuicatl Patli! ¡Has venido para salvarnos!” gritó Necahual con su voz frágil.

“Sí, hija. He venido para salvarlos con mi música,” dijo Cuicatl Patli. La diosa de música cantó y cantó hasta que cada última persona estuvo curado.

A partir de ese día, el pueblo era conocido como el pueblo de música. Maestros enseñaba música en escuela, había grupos de música organizados, la gente hizo instrumentos, y todos cantaban siempre. Música extendía felicidad a todos y salvaba todos de muerte.