por Jeremy H., ’22

Estaba muy impresionado con la exhibición de Mikel Glass. La variedad de pinturas realistas y visuales surrealistas fue fascinante. Lo primero que vi cuando entré a la galería fue “I Once Was Lost”— el cuadro con juguetes y un Bart Simpson volador. Los colores vibrantes y la extraña selección de artículos fueron inquietantes e interesantes al mismo tiempo. Otra obra que me hizo sentir así fue la escultura 3d en el centro de la galería que tenía bebés y miembros y extrañas criaturas parecidas a arañas. El sentimiento me recordó a “Girl With Death Mask” de Frida Kahlo— la imagen era como algo sacado de un sueño: algo que nunca vería en la vida real. Por otro lado, “El Redeemer” se veía muy realista, como si el hombre fuera una persona real en la calle. Desde muy lejos, podría haberlo confundido con una foto. Eso es algo consistente en los dibujos de Glass— el detalle. En todas sus obras, el detalle es impecable. Glass dibuja los pequeños contornos de las manos, las sombras que proyectamos, los graffitis en la pared, las pequeñas arrugas en nuestras caras y ropas, y mucho más— es realmente extraordinario. Glass es un artista de gran talento que presentó eficazmente sus capacidades artísticas a través de la galería Nesto. Recomiendo a la gente que visite la exposición en Nesto— valdría la pena su tiempo.